SOUL

Días antes del estreno, mi querida compañera me avisaba que la plataforma streaming de Disney subiría una nueva película animada antes de fin de año. Con el impacto de toy story 4 -Forky y su cuerpo- no podía dejar de preveer que algo podría sorprender -del buen modo- esta navidad en el año más raro que haya podido comparar hasta el momento.

En efecto fue una sorpresa. La experiencia analítica propia, así como la de mi práctica clínica, fue sorprendida y no me pudo dejar pasar unas precisiones que ciertamente traen el famoso aforismo de Lacan respecto a que el arte no es para ser interpretado, en cambio éste interpreta (a quien lo permita claro está). 

Más allá del escenario "cuántico", metafísico; en el que se desarrolla la historia, procura la pregunta por el proposito y lo vivo. Para nada equiparables, aún en tejido, son dos hilos que no logran ser uno. El significado -diríamos con Lacan- la significación de lo vivo, en tanto producto-proposito enmarca una orientación en la que el alma se puede perder por la obsesión, por la busqueda desbrujulada que -recordando a Jacques Alain Miller- no deja de resonar en lo que podríamos concebir al sujeto de la época que vivimos.

Es verdad que la película denota esto en un estrato mistico/pasional, pero bueno, las pasiones son asunto del psicoanálsis. Y en ese sentido, fuera del gran "antes" y el gran "después", y no sin transmitir lo socabado y perdido que un sujeto neurótico puede transitar errante, enmarañado, allí pero no presente, se puede denotar lo que busca en un algo que no existe en el después crónológico, de hecho, en ningún después podríamos decir.

Para ser más ligero, Soul me transmite dos cosas en concreto:

1. Vivir puede ser un proposito en tanto significación de lo que se elocubra es: lo vivo. Por su parte, lo vivo, lo vivificante va más allá de la significación pensada por los hombres que piensan. "Proposito" no es esa "chispa" que vivifica. Es una oposición epistémica a considerar en cada ocasión. ¡Y como me lo hicieron interrogar! 

2. El deseo. Entre aquello que vive y hace vivir, y la significación de lo que se escribe: es el proposito de vivir, hay -si seguimos a Lacan- una hiancia, un vacío, un universo de quien sabe cuál dimensión al que podemos dar un salto de fé... o no. Sea acto o inhibición, de vivificación o mortificación; sin embargo, no sin consenciencias.

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