El goce burla la época




Publicado originalmente en el blog NEL MARACAIBO:   https://nelmaracaibo.wordpress.com/2017/09/04/el-goce-burla-la-epoca/

Por: Ivan Delgado

No vamos a hablar de goce así, por las buenas. Ya les he hablado bastante de ello como para que sepan que el goce es el tonel de las Danaides y que, una vez que se entra, no se sabe hasta dónde se va. Se empiezan con las cosquillas y se acaba en la parrilla. Esto también es goce. Lacan (1969/1970, El reverso del psicoanálisis
Podríamos calificar con adjetivos que señalan una severa dificultad, como comentario constantemente flotante, lo que describiría en generalidad a los constructos psicoanalíticos. No habría reacción más común. Sin embargo, podríamos tomarnos el tiempo de nombrar el goce, aún frente a la dificultad de delimitar su alcance desde la ultima enseñanza, como un paso adelante por parte de Lacan, emergido del constructo de pulsión de Freud, para su momento, dividido en lo que era la libido por una parte y la pulsión de muerte por otra.
El goce, como constructo del psicoanálisis, parece romper con la vara evaluadora de la ciencia, aquella que frecuentemente da como resultado la reinvención de los postulados en la rama de las áreas sometidas al régimen del método cientifico, para de esta manera darle espacio a nuevos constructos que den respuestas más satisfactorias. Pareciera ser el goce, en la diversidad de sus paradigmas, y alejada del estatuto científico, aquél fuera de las cadenas del cronos, fuera de esa lógica, si me permiten decirlo: “Hoy la ley X, mañana es Y”. No por esto se afirma que está dicho todo sobre el goce, por el contrario,” no-todo “está dicho.
Sería prudente contextualizar la época en la que vivimos, en la que el goce tiene un papel protagónico en el tema de los sujetos hipermodernos. Una época devorada por la demanda capitalista y la maximización de su estrago que transforma al consumidor en objeto de consumo. Una época en donde el imperativo de las imágenes llama a preguntar la naturaleza de su desborde, por tener el analista siempre de reojo la presencia de lo imaginario en su función emergente frente a la angustia. Son estos tiempos que vivimos donde el goce aparece en primer plano, silencioso, descarnado y lacerante (E Laurent, 2000). A su vez, deducimos el fundamento de tal fenómeno en el revés de la lógica del Todo, teniendo como resultado una lógica del No-Todo. Una lógica del No-todo que no debería ser confundida con un No-todo aunado a un final de análisis, sería una lógica de No-todo que por encierro en su cinismo, no le falta nada (Sinatra, 2013). Este No-todo que posee una inconsistencia en la proliferación de lo que Miller, en su texto “El inconsciente es político”, nombra como micrototalidades, en una respuesta articulada entre saber + goce, a lo que Sinatra nombra en su texto “los nuev@s adict@s”, un efecto de la caída del padre, la desvirilización del mundo y contiguo efecto de feminización.






















Es de relevancia clínica la manifestación de estragos en sujetos orientados por esta lógica, en donde existe una prueba fidedigna de cómo pueden encontrarse en una suerte de high-way to hell (autopista al infierno) evitando la muerte intoxicándose, tal y como Salamone (2014) evidencia en su capitulo “El silencio de las drogas”.
Siguiendo en este intento de entrar en contexto, evidenciamos el alcance vigente de la frase de Jaques Lacan, pescada por Miller, que indica que el “goce, el plus de gozar, se ha tragado el ideal: Es la satisfacción lo que rige el estado actual de la civilización y no el ideal. Cita extraída por E. Sinatra al construir su hipótesis acerca del porqué de dicha muestra de ascendencia del goce -antes prohibido- y aún en vista de la falla en su contención y criminalizado por el padre, se exhibe sin ley que lo rija. Un goce siempre obstaculizado pero encarecido en sus intentos de no ser asimilado a través de lo simbólico por parte del inconsciente.
Aquí se manifiesta un punto de inflexión entre un ayer y el hoy. El ayer, en los tiempos de la génesis del psicoanálisis, en una lógica del lado masculino, en un Todo para Todos en referencia a la excepción que indica aquello que falta y que apertura la entrada al Otro y su demanda. Por otra parte, un hoy: regido por la lógica del lado femenino de la formula de la sexuación, en el No-todo que no le falta nada, que, por consiguiente, rechaza al Otro. He aquí la transición del Otro que existe al Otro que no existe, pero que ambas épocas confluyen en la presencia del goce como personaje estelar que constantemente se intenta verificar y mostrar en una línea cronológica. No obstante, encontramos como se burla de ella, ya que indiferentemente del método que la época ofrezca para su fallida domesticación o falsa liberación, este pareciera tener un ponderado de autónomo, lo que sería posible decir, parafraseando a Nietzsche: más allá del bien y el mal. Sea asimilado o no por efecto de significación, obturado por el ascenso de los objetos oriundos del plano imaginario, mortificado por la significación o no, enmarcado en un acceso a este a través de una transgresión heroica o en un circuito de ida y vuelta en una suerte de boca o ano, el goce pareciera imperar.
Bajo este último postulado, delimitado bajo los paradigmas del goce en el texto de J. A. Miller Lo real en la experiencia psicoanalítica, paralelamente se puede interrogar la ilusión de una posible respuesta a la masa, como lo intenta la sociología, la antropología y hasta los historiadores, en dar con alguna ley que de una explicación a lo que se nos presenta hoy en la dimensión de las satisfacciones humanas fuera de sentido, a efecto de reducir tal exceso bajo la lupa y el método obsoleto  del todo.
Sería de relevancia no olvidar,  tal y como Lacan nos esclarece, que este goce sin ley, que empuja a sujeto por sujeto, es un tonel de danaides. Y es que no subsiste por la ilusión de un fin a alcanzar; ¡es que existe! Y existe en la propia acción que procura más allá de la época que se le presente.
Referencias:
E. Laurent. Sorpresas y desarreglos en la cura psicoanalítica”, el caldero de la escuela. Nov-dic. 2000, n 82, Bs. As..
E. Sinatra. Los nuev@s adict@s. 2013. Tres haches
L. Salamone. El silencio de las drogas. 2014. Grama
J. Lacan. Seminario 17, El reverso del psicoanálisis. 1969/1970. Paidos.
J. A. Miller. La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. 2014. Paidos.
J. A. Miller. El inconsciente es político”, Lacaniana n.1, Buenos aires, EOL.
Ilustraciones: Katherine Streeter
@katherinestreeter

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