¿PSICOANÁLISIS ONLINE?



Redactado por Iván Delgado 

Vivimos momentos inéditos. Los responsables para con los estados en el mundo han llegado a la conclusión que, para evitar la propagación del virus, la decisión mas sensata se ubica en términos de salvaguardarse cada quien en su lugar de residencia. 


Por ello, la posibilidad de visita a los consultorios de los psicoanalista se ha visto imposibilitada y, como opción disponible, es la tecnología la que ofrece oportunidad de continuar -o iniciar- encuentros con analizantes o consultantes. A esto, el psicoanálisis en el mundo pone la lupa sobre el asunto ético que subyace a aceptar o no un tratamiento psicoanalítico que en estos tiempos es  irremediablemente de tipo online, no obstante, interrogante válidada en aras del porvenir de la práctica analítica. 


Una experiencia para cada sujeto

Ha sido revelador como el confinamiento ha traído diversas experiencias manifestadas por colegas en todo el mundo. 

Se ha leído u oído como pacientes con neurosis obsesivas se han visto placenteros con la posibilidad de un aislamiento obligatorio que al pasar de las semanas se tornó agotador en torno a las cavilaciones incesantes por aquello que Darío Galante titulo: “Info-xicación”; así como mujeres con neurosis histérica que se han visto en la posibilidad de interrogar sus enunciados referente a la propia satisfacción y soledad individual debido a la caída de semblantes sostenidos en una cotidianidad que las duerme en un sueño por soñar.

Sujetos se han visto en la irreductible tarea de evidenciar con quienes han decidido pasar sus vidas de pareja, asunto que ha sido toda una revelación en ambos sentidos de lo que puede ser una sorpresa, y para algunos no ha sido muy agradable.  Por otro lado, también se ha denotado la pausa de tratamientos longevos por diversos motivos -algunos por considerar-, así como la pacificación de la angustia  de algunas madres ahora que tienen a sus hijos todo el día en casa ya que la contingencia de la vida no los toca ,curiosamente paradójico por la existencia de  una pandemia que los ha hecho confinar en un principio.

En otros escenarios, la oportunidad impostergable de demandar un análisis por haberse encontrados confinados con lo insoportable en sus propias cuatro paredes, en oportunidades, la evidencia de que lo insoportable del coronavirus trajo consigo el relieve de lo insoportable propio y singular, por consiguiente, el mismo modo reiterativo y fallido de hacer con ello. Versiones podremos seguir escuchando.



Presencia y acto del analista

A esto emerge una interrogante: ¿Es posible un tratamiento psicoanalítico vía Online?

Desde la orientación Lacaniana, muchos se lo han preguntado –hoy más que nunca- y las respuestas son diversas.

Algunos plantean que la no presencia del cuerpo en el análisis exime un elemento fundamental para la dirección de la cura. El cuerpo del analizante, así como el cuerpo del analista, tienen cada uno un lugar crucial en los tratamiento de orientación Lacaniana. De la misma manera, la sesión psicoanalítica tiene un aspecto ceremonial -tal y como lo indica J. A Miller- que tiene su función en términos de la experiencia singular con que el paciente expresa el acercamiento al analista como figura representante de un saber que disipa el malestar, y que, de modo inconsciente, consiente una experiencia de satisfacción pulsional más allá, en cada sesión.

Sin embargo, la presencia del analista es diferente a la del cuerpo del analista, es decir, cuerpo y presencia son cosas distintas dentro de la sesión analítica. La experiencia de algunos analista manifiesta la presencia de efectos analíticos durante estos tiempos inéditos, lo que lleva a pensarse que existe el acto analítico así sea a la distancia y por medio de un aparato electrónico.

 Se puede preguntar: ¿Dónde reside el efecto? Si bien es una respuesta anclada a los aspectos elementales de cada caso, es menester considerar: la voz y la imagen del analista en la dimensión que Lacan los estipuló de modo innovador. Es que si algo enseña cada análisis, es que cada uno se anuda de modo distinto a su analista.

Un análisis es posible pero…

Esta es una discusión abierta y fecunda en momentos de una contingencia planetaria, pero, como no todo puede ser malo, el confinamiento ha forzado la pregunta en el seno de quienes tenemos una práctica psicoanalítica de orientación Lacaniana. Y no solo eso, también ha llevado a que personas demanden la atención del psicoanalista, cosa que pudiera haberse demorado o postergado indefinidamente en ausencia de la medida sanitaria vigente.


Retomemos: ¿Es posible un tratamiento online?  Como cada análisis: posible pero no una garantía.

Imagen: @tutehumor    

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